Cada año, la Agencia Tributaria establece sus objetivos prioritarios para prevenir el fraude y garantizar el cumplimiento de las normativas vigentes. Esto implica que, además de realizar el seguimiento rutinario de las obligaciones periódicas de los contribuyentes, también se definen objetivos específicos para ciertos sectores o perfiles.
En este sentido, la Agencia Tributaria pondrá especial atención en aquellos individuos cuyos signos externos de riqueza no coincidan con los ingresos y patrimonio que han declarado. También se centrará en artistas y deportistas, así como en la implementación de la Inteligencia Artificial para optimizar sus servicios.
Los principales enfoques de la Agencia Tributaria para este año incluyen:
Información y asistencia.
Comprobación del fraude tributario y aduanero.
Fomento del cumplimiento voluntario.
Colaboración con las Comunidades Autónomas.
Entre las principales actuaciones para 2025 destacan:
Mejora de la asistencia al contribuyente y avance en la digitalización.
Control sobre el comercio electrónico y plataformas digitales.
Supervisión de operaciones con criptomonedas y transacciones virtuales.
Verificación de los arrendamientos turísticos.
Control de grandes patrimonios y sociedades interpuestas.
Prevención de fraude en el IVA y facturación electrónica.
Revisión de operaciones internacionales.
Inspección de entidades sin ánimo de lucro y cooperativas.
La Agencia Tributaria se guiará por ciertos indicios que aumentan el riesgo de fraude y, por tanto, serán objeto de un seguimiento más exhaustivo. Entre estos indicios se incluyen:
Establecimientos que no aceptan pagos mediante medios bancarios.
Uso de medios de pago ubicados en el extranjero.
Incongruencia entre los signos externos de patrimonio y los ingresos declarados.
Declaración de rendimientos significativamente por debajo de la media de su sector o pérdidas continuas.
Uso de software de doble uso para ocultar ingresos.
Simulación de residencia fiscal fuera de España o en otra Comunidad Autónoma.
Estructuras abusivas para desviar gastos personales.
Uso de estructuras asociativas como las Agrupaciones de interés económico para canalizar deducciones o beneficios fiscales.
Se intensificarán los controles para verificar y, en su caso, corregir las siguientes operaciones:
Solicitud de devolución del IVA por adquisición de bienes de inversión sin cambio de afectación.
Uso de sociedades interpuestas para deducir íntegramente las cuotas soportadas.
Aplicación incorrecta del tipo reducido de IVA cuando haya una aportación significativa de suministros.
Declaración de actividades económicas fingidas.
Un aspecto crucial donde la Agencia Tributaria pone especial énfasis son las criptomonedas, cuya supervisión comenzó en 2023 mediante la obligación de presentar periódicamente declaraciones informativas (Modelos 172, 173 y 721).
En resumen, la Agencia Tributaria priorizará el control de los aspectos que conllevan un mayor riesgo de fraude, intensificando sus acciones en estas áreas y dejando los controles más generales en aquellos casos con menor riesgo.
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