Para proteger la salud de los ciudadanos y evitar el colapso de la economía, la UE y sus Estados miembros han tenido que adoptar ciertas medidas de emergencia, de las que nos habla Estel Fábrega de OBN &
La crisis provocada por la COVID-19 ha planteado un desafío de medida histórica para Europa. Empresas de diferentes países se han visto obligadas a cesar su actividad durante meses, y en consecuencia miles de profesionales se encuentran en el paro, lidiando con una complicada una crisis económica. Es por ello, que para proteger la salud de los ciudadanos y evitar el colapso de la economía, la UE y sus Estados miembros han tenido que adoptar ciertas medidas de emergencia. Esto ha requerido un esfuerzo excepcional y un planteamiento sin precedentes que impulsan la convergencia, la resiliencia y la transformación en la Unión Europea. Para hacerlo posible, la U.E ha puesto en marcha los fondos de recuperación Next Generation.
El objetivo es dar ayuda a los países de la Unión Europea para reconstruirse tras la COVID-19. La intención es que una vez superada la pandemia, se fomente una Unión más ecológica, digital y resiliente. Así pues, el presupuesto va enfocado a encarar cómo será la Europa del futuro.
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