Rafael Ruiz, socio fundador de Castellana Consultores, comparte con Prodespachos algunas reflexiones antes de finalizar el 2020

Todos lo sabemos. “La rutina mata”.
Quienes disfrutamos viviendo fuera de la zona de confort no queremos la rutina cerca de nosotros. Sabemos que la rutina tiene componentes negativos que hacen que el ser humano se haga conformista y renuncie a evolucionar. Y por tanto elegimos que nuestra rutina sea estar siempre cambiando, buscando nuevas formas de hacer las cosas para enriquecer a la sociedad y al ser humano.

Ahora bien, 2020 rompió nuestra rutina con inusitada crueldad. Entró en nuestras vidas como si de un tsunami se tratara y ha dejado demasiado dolor y sufrimiento en todos los puntos de nuestro planeta.

Mi deseo para 2021 es muy sencillo y humilde. Que el nuevo año nos permita recuperar todas las cosas sencillas e imperceptibles que alimentan nuestra persona y nuestro espíritu. Que podamos recuperar la certidumbre del mañana, las sonrisas de los amigos y familiares, los abrazos tan necesarios para nosotros.

Porque si logramos recuperar esos elementos esenciales y le sumamos todo lo aprendido a causa del dolor sufrido este año, no tengo ninguna duda que saldremos más fuertes del túnel, con más capacidad de supervivencia y con más ganas de cumplir nuestros sueños.

Ya que nos bajaron de los rascacielos a golpes, recuperemos el valor de la humildad en aquello que es realmente esencial, y volvamos a construir un rascacielos más alto aún.