La gestión de los impuestos representa, para muchos autónomos y empresarios, una de las obligaciones más complejas y, al mismo tiempo, más decisivas.
Por ello, decidir si asumir personalmente la gestión fiscal o delegarla en una asesoría es una cuestión estratégica que afecta directamente a tu tiempo, tu tranquilidad y, sobre todo, a tu economía.
Si alguna vez te has hecho esta pregunta, este artículo es para ti, ¡sigue leyendo!
¿Puedo delegar totalmente mis impuestos a un asesor?
Sí, es posible y recomendable dejar la gestión tributaria en manos de un asesor o asesoría especializada. Se trata de una de las mejores decisiones para ahorrar tiempo, minimizar errores y garantizar el cumplimiento normativo.
No obstante, aunque cuentes con una gestoría online de confianza, eso no significa desentenderte por completo. Te lo explico a continuación.
¿Qué debo revisar si tengo gestoría?
Delegar no equivale a olvidar. Aunque la asesoría lleve el peso de la gestión, siempre será tuya la obligación de facilitar la información correcta y verificar lo que se presenta.
Tú conoces mejor que nadie los ingresos y gastos de tu negocio. Cuanto más claro y ordenado entregues los datos, más eficaz será el trabajo del asesor y menor la probabilidad de errores.
Además, aunque el asesor prepare los modelos fiscales, la responsabilidad sobre el contenido sigue recayendo en ti como titular. Antes de la presentación, revisa los datos y pregunta si detectas algo extraño.
Cualquier cambio importante en tu actividad debe comunicarse de inmediato al asesor, pues podría tener consecuencias fiscales que requieren actuación con antelación.
Documentos que debes entregar a tu asesoría
Para que tu gestor pueda ocuparse de los impuestos necesita información clara. Aquí tienes un listado de los documentos habituales:
Documentación periódica
- Facturas de ingresos: Todas las facturas emitidas, en orden y cumpliendo con la normativa de facturación.
- Facturas de gastos y compras: Todas las recibidas y justificantes válidos de gastos.
- Extractos bancarios: Para comprobar movimientos y evitar omisiones.
- Movimientos de tarjetas: Si las usas para el negocio.
- Nóminas y seguros sociales: En caso de tener empleados.
- Justificantes de IVA: Especialmente si no están domiciliados.
- Modelos de IRPF con retenciones: Si trabajas con profesionales a los que retienes en factura.
Documentación anual y específica
- Certificados de retenciones: De clientes o empleadores.
- Información patrimonial: Bienes, inversiones, cuentas, hipotecas, etc.
- Declaraciones de años anteriores: Si cambias de asesoría.
- Escrituras de constitución y modificaciones: En caso de sociedades.
- Libros contables oficiales: Para empresas con contabilidad completa.
Aportar la documentación correcta en tiempo y forma es la base para que la relación con tu asesoría funcione de manera fluida y sin problemas con Hacienda.
¿Debo presentar yo mismo los impuestos si tengo asesoría?
No, no es necesario que presentes nada personalmente ante Hacienda si cuentas con una asesoría que gestione tu fiscalidad. Esa es una de las grandes ventajas: tu asesor será tu representante ante la Agencia Tributaria y la Seguridad Social.
Aun así, tu participación es esencial para que todo encaje y se cumpla sin incidencias.
¿Es seguro confiar en una asesoría online?
Es lógico que te preocupe, ya que estás entregando información muy sensible y la responsabilidad última es tuya. Sin embargo, confiar tus impuestos a una asesoría online de prestigio es seguro.
Estas firmas invierten en tecnología avanzada: plataformas con cifrado, firewalls y protocolos similares a los de la banca. Toda la comunicación con la Administración se hace mediante certificados digitales, garantizando identidad y seguridad. Además, tus documentos se guardan con copias de seguridad periódicas.
En España, cualquier asesoría debe cumplir de forma estricta con el RGPD y la LOPDGDD, lo que asegura la máxima protección de tus datos personales y fiscales.
En definitiva, delegar en una asesoría online de confianza es una decisión segura, eficaz y que te proporciona tranquilidad. Eso sí, la colaboración y la revisión final por tu parte son imprescindibles para alcanzar una gestión fiscal sin sobresaltos.
No lo dudes más: deja tus impuestos en manos de profesionales y gana tiempo para lo que realmente importa.