Nueva factura electrónica: seguridad, integridad y otros beneficios

La factura electrónica es cada vez más utilizada por las empresas porque tiene numerosos beneficios. Por ejemplo, permite una gestión eficiente de las operaciones y, además, mejora la relación con clientes y proveedores. De hecho, cada vez son más los países que están regulando la facturación electrónica de las compañías para establecerla como obligatoria, aumentando así el control fiscal del Estado. En este punto se encuentra España ya que el pasado mes de marzo se llevó a cabo la consulta pública para recoger los comentarios que se tendrán en cuenta a la hora de elaborar el reglamento que desarrollará la ley crea y crece en materia de facturación electrónica.

Sin embargo, la seguridad y la integridad de la factura electrónica son cuestiones críticas que han sido tenidas en cuenta en la redacción de la ley. Así, la utilización de procesos hash y de firma digital en la factura electrónica se considera clave. Estas tecnologías permiten asegurar la autenticidad del origen y la integridad del contenido de la factura, así como proporcionar una trazabilidad completa y una conservación segura de los documentos. Por este motivo, estas dos cuestiones que forman parte de la actual ley, serán tenidas en cuenta en el futuro reglamento sobre facturación electrónica.

Pero, ¿qué es un proceso hash? Consiste en aplicar una función matemática a un conjunto de datos que genera un código único e irrepetible, actuando como una huella digital de la información original. De esta manera, cualquier cambio o manipulación de la información se reflejará en el hash y se detectará inmediatamente. Así, a través de un proceso hash se garantiza que la factura no ha sido modificada y, por tanto, asegura la autenticidad de la información que aparece en el documento: la factura electrónica en este caso.

En cuanto a la firma digital, se trata de un proceso que utiliza tecnologías de cifrado para asegurar la autenticidad del documento – por quién ha sido remitido – y también su integridad. La firma digital se basa en el uso de claves criptográficas, que permiten acreditar la identidad del emisor y también garantizar que el contenido del documento no ha sido modificado.

La implementación de estos procesos en la factura electrónica proporciona beneficios en términos de seguridad, confidencialidad y eficiencia en la gestión de los documentos. Por ejemplo, permite:

• Asegurar la autenticidad del origen de la factura, evitando fraudes y falsificaciones.
• Garantizar la integridad del contenido de la factura, evitando cambios o manipulaciones no autorizadas. De hecho, se ha demostrado que es muy efectivo contra el phishing.
• Proporcionar una trazabilidad completa de la factura, desde su emisión hasta su recepción y pago.
• Facilitar la conservación segura de la factura, cumpliendo con las normativas legales y fiscales.
• Ahorrar tiempo y costes en la gestión de los documentos al evitar procesos manuales y errores de entrada de datos.
• Garantizar la capacidad antifraude del propio documento. Puesto que la información no puede ser modificada, eso asegura que es auténtico y que la información que aparece en la factura es completamente veraz, evitando así posibles fraudes.

Como conclusión, podemos afirmar que la implementación de los procesos hash y de la firma en la factura electrónica mejoran la seguridad y la confidencialidad de los documentos, proporcionando beneficios a nivel de eficiencia y cumplimiento legal. La idea es que estas características y, por tanto, estas ventajas, estén implementadas en la nueva factura electrónica.

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