¿Marcamos nosotros las reglas o las marca el cliente?

En un momento de crisis como el actual estoy viendo determinadas entidades que continúan pensando que tienen el monopolio, y que pueden permitirse el lujo de prestar su servicio como quieran, sin replantearse nada. Como si estuvieran haciendo un favor al cliente. No me centraré en ningún sector en concreto, porque seguro que todos podemos poner nuestros ejemplos.

De nada sirve que una empresa invierta ingentes cantidades de dinero en marketing si después, el personal que atiende al cliente deja mucho que desear y le ofrece una mala experiencia.

Cuidemos los detalles, porque hay empresas que están saliendo al mercado con mucha ilusión y dispuestas a ofrecer el mejor de los servicios. Esas son las que acabarán atrayendo a los clientes, que cuestan mucho de ganar pero que son muy fáciles de perder.

Estoy pensando en algunas entidades, con poco personal dentro de la oficina y espacios vacíos. Si ven a gente mayor fuera haciendo cola, y hay espacio, seguro que hay manera de acomodarla con distancias prudenciales. Hace calor, y merecen un cierto respeto. Es sólo una idea, que afortunadamente algunos la están llevando a la práctica.

Esto es aplicable a los despachos profesionales. No nos confiemos.