Cierre Contable: el paso clave para saber exactamente dónde está tu empresa.

Si hay un momento fundamental en la vida financiera de cualquier negocio, es el cierre contable. Asegurarse de que los números coinciden y reflejan fielmente la realidad de la empresa es vital para tomar decisiones informadas y planificar el siguiente ejercicio. Para que este proceso sea lo más sencillo y claro posible, te resumimos los cuatro pasos esenciales:

Revisión de Operaciones

Lo primero es revisar a fondo todos los movimientos financieros. No sólo se trata de comprobar facturas emitidas o recibidas, sino de cerciorarse de que cada operación esté correctamente registrada. De esta forma, evitamos errores y detectamos posibles incidencias a tiempo.

Ajustes Contables

Una vez revisados los movimientos, toca ajustar la contabilidad. Aquí se incluyen depreciaciones, amortizaciones y cualquier corrección que sea necesaria (por ejemplo, ajustes de inventario). El objetivo es que tu contabilidad muestre el valor real de los activos y refleje adecuadamente gastos e ingresos.

Estados Financieros

Con los datos ya saneados, es momento de elaborar los reportes fundamentales:
Balance de situación (o balance general),
Cuenta de resultados (o estado de pérdidas y ganancias),

Estado de flujos de efectivo y cambios en el patrimonio.

Estos documentos son esenciales para entender la salud financiera de tu empresa: te permiten ver tu patrimonio, cuánto has ganado o perdido, y cómo ha cambiado tu patrimonio a lo largo del periodo.

Cierre de Cuentas

Por último, procedemos al cierre de las cuentas temporales (ingresos y gastos) para empezar el siguiente ejercicio limpio. Esto ayuda a separar correctamente los resultados de un periodo de los del siguiente, facilitando un mejor control y comparación futura.

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