La fortaleza de EE.UU. aleja las expectativas de bajada de tipos

La economía de Estados Unidos ha superado las expectativas con un crecimiento del PIB del 3,3% en el último trimestre, frente a un pronóstico del 2%. Este impulso se ha visto liderado por un aumento del consumo del 2,8% comparado con el trimestre anterior. A pesar de este dinamismo económico, la posibilidad de hasta cinco reducciones en la tasa de interés por la Reserva Federal se ve disminuida. Javier de Berenguer, experto en gestión de inversiones de MAPFRE Gestión Patrimonial, destaca la fortaleza del mercado laboral, evidenciada por la oferta de más de nueve millones de empleos.

«La resistencia de la economía de EE.UU. es notable, sin indicios de desaceleración. La robustez del mercado de trabajo fortalece el caso contra la reducción de las tasas de interés», señala De Berenguer.

En Europa, la situación contrasta con un PIB de la Eurozona estancado, aunque evita la recesión al marcar un crecimiento del 0%. De Berenguer apunta a la debilidad de estas cifras y a las modestas expectativas futuras, aunque sugiere que podría ser más sencillo registrar un crecimiento en los próximos trimestres. Economías con fuerte dependencia del turismo, como España, han mostrado un rendimiento superior a otras más industriales, como Alemania.

Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, mencionó que aún es temprano para debatir sobre recortes de tipos, anticipando nuevas proyecciones económicas en marzo.

En cuanto a resultados empresariales, la temporada continúa con las tecnológicas en el foco. A pesar de cumplir o superar expectativas, compañías como Tesla, Microsoft y Alphabet experimentaron caídas. De Berenguer ve potencial de crecimiento en estas empresas pero advierte sobre posibles correcciones en sus valoraciones ante cualquier señal de pesimismo.

En España, bancos como Bankinter, Santander y BBVA reportaron ganancias récord, beneficiándose de mayores márgenes de interés y sin impacto negativo por la remuneración de depósitos. De Berenguer sugiere que, aunque el margen de interés podría no aumentar en el futuro, los bancos seguirán beneficiándose de las recientes subidas de tipos, especialmente aquellos con presencia internacional.

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