Las modificaciones en el Impuesto sobre Sociedades del ejercicio 2024, aplicables desde el 1 de enero, suponen mejoras significativas para pymes y microempresas que buscan optimizar su carga fiscal. Como contrapartida, se introduce un tipo mínimo de tributación para determinadas multinacionales y sus filiales, con el objetivo de incrementar la recaudación del impuesto.
Estos cambios representan una oportunidad para revisar la planificación fiscal de las empresas, asegurando su adecuada adaptación al nuevo marco normativo.
Reducción del tipo impositivo para microempresas
Una de las medidas más destacadas es la reducción del tipo impositivo al 23% para microempresas con una facturación inferior a un millón de euros, aplicable desde 2023. Esta rebaja fiscal contribuye a aliviar la carga tributaria y fomentar el crecimiento de pequeños negocios.
De cara a los próximos ejercicios, se proyecta una reducción progresiva que podría alcanzar hasta el 17% en 2027, lo que refuerza la necesidad de una planificación fiscal anticipada que permita aprovechar al máximo esta evolución normativa.
Contar con una asesoría fiscal especializada puede marcar la diferencia a la hora de definir estrategias que maximicen el ahorro dentro de este nuevo escenario.
Mejoras en la reserva de capitalización
En 2024, la aplicación de la reserva de capitalización se flexibiliza: se incrementa la reducción de la base imponible del 10% al 15% del incremento de los fondos propios, y se reduce el plazo de mantenimiento del capital de cinco a tres años.
Estas modificaciones están diseñadas para incentivar la reinversión de beneficios y favorecer la generación de empleo. No obstante, su correcta aplicación requiere de una interpretación técnica precisa, ya que el incumplimiento de requisitos formales puede generar contingencias fiscales en el futuro.
Por ello, disponer de un equipo experto en asesoría fiscal que analice de forma personalizada la estructura financiera de la empresa es esencial para aplicar correctamente estos incentivos y garantizar su sostenibilidad en el tiempo.
Deducciones por donativos a entidades sin fines lucrativos
En el ámbito social, se incrementa del 35% al 40% la deducción por donativos a entidades sin ánimo de lucro. Esta medida refuerza el compromiso entre el sector empresarial y las iniciativas sociales, especialmente en aquellas empresas que integran la responsabilidad social corporativa en su estrategia.
Estas deducciones, aunque atractivas, deben aplicarse conforme a criterios de trazabilidad fiscal y a la normativa específica.
Incentivos para la I+D+i
Se refuerzan también las deducciones fiscales aplicables a los gastos e inversiones en proyectos de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i), en línea con los objetivos de transformación digital y competitividad empresarial.
Empresas tecnológicas, startups y compañías inmersas en procesos de innovación pueden beneficiarse especialmente de estas medidas, aunque la complejidad técnica y documental de las deducciones exige una gestión rigurosa.
Si te interesa profundizar en los requisitos, beneficios fiscales y procedimientos aplicables, te recomendamos leer nuestro artículo sobre deducciones fiscales para proyectos de I+D+i, donde abordamos esta cuestión en detalle.
Conclusión
Las reformas del Impuesto sobre Sociedades del ejercicio 2024 reflejan una apuesta por un sistema más justo, que incentive la inversión, la innovación y el compromiso social, al tiempo que refuerza el control sobre los grandes grupos económicos.
Para las empresas, estas novedades suponen una oportunidad, pero también un reto.
La correcta interpretación y aplicación de las medidas fiscales puede tener un impacto significativo en los resultados del ejercicio. Por eso, apoyarse en una asesoría fiscal especializada se vuelve cada vez más relevante.